Por mucho que nos quieran convencer, lo más importante para el éxito de una nueva empresa no es ni la financiación, ni constituirla en menos tiempo, ni la formación en gestion empresarial. Lo más importante es realizar un buen aterrizaje.
Por experiencia propia, y porque me dedico a asesorar a muchos emprendedores y emprendedoras, se que el camino para llegar a crear una empresa es tortuoso, lleno de dificultades, contratiempos y hasta sin sabores. Quizás detrás de todo ello está la razón por la que un proceso que debería ser divertido, apasionante y lleno de ilusión, acabe siendo en un puro trámite que hay que realizar cuanto antes.
Y aquí comienza el primer fallo del aterrizaje, tomar pista demasiado pronto. Tomarse un tiempo previo a la puesta en marcha de la empresa, para Absorver, Escuchar, Interesarse, Observar y Ubicarse, es clave para el éxito o fracaso de la misma.
Los meses previos (y no hablo de 2 o 3) al izado de la bandera como empresa constituyen un periodo precioso y valioso que debemos saber aprovechar para capacitarnos y socializarnos como futuros empresarios y empresarias: explorar nuestras verdaderas fortalezas y como ponerlas al servicio de la empresa, conocer el contexto empresarial, su cultura, construir relaciones y alianzas, clarificar metas y expectativas, testear nuestro nivel de optimismo, resilencia, equilibrio emocional y confianza.
Puedes continuar leyendo el artículo en el siguiente enlace
Más información en web externa»